El billete único en el transporte público de Vizcaya parece salir del bloqueo. Las principales instituciones -Gobierno vasco, Diputación vizcaína y Ayuntamiento de Bilbao- acordaron ayer definir este mismo año el modelo tarifario, uno de los mayores inconvenientes para su puesta en marcha porque se deben poner de acuerdo media docena de operadores.
Este billete único permitirá al usuario utilizar cualquier tipo de transporte público sin tener que adquirir varios tiques y con un precio concreto, según las zonas por las que se transite y que se abaratará cuántas más veces se utilice. Un modelo similar al implantado desde hace años en las ciudades europeas, que simplifica el uso del transporte para el usuario y, especialmente, le supone menos coste.
Su implantación se ha gestado desde la década pasada pero se ha ido retrasando por la falta de acuerdo entre las instituciones, responsables de los distintos transportes públicos.
El impulso a esta iniciativa se fraguó en una reunión celebrada ayer, en Bilbao, donde se acordó crear próximamente una comisión técnica que defina el modelo tarifario del billete único. Dicho grupo deberá presentar una propuesta a todas las instituciones antes de fin de año, según anunció ayer el viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco. "La reunión ha sido satisfactoria", apuntó.
Acuerdo
"Esto sólo es posible con el acuerdo de todos", destacó Gasco, quien confió en que se sumen, además de los operadores vascos, Renfe y Feve. "Lo primero es que nos pongamos de acuerdo aquí, los vascos". Este sistema sustituirá al creditrans, el billete más utilizado en la actualidad y que permite viajar en casi todos los transportes públicos (metro, autobuses urbanos e interurbanos, tranvía, la línea de FEVE, el Puente Colgante o el funicular de Artxanda). Sólo quedan fuera Renfe y la línea de Euskotren que une Bilbao con Bermeo y San Sebastián.
El problema del creditrans es que no puede adaptarse a un sistema de tarifas que tenga en cuenta las zonas y las frecuencias. "Tiene limitaciones, permite sólo la intermodalidad, y no es válido para el siglo XXI", explicó el viceconsejero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de febrero de 2010