La federación de enseñanza de UGT ha recurrido la orden valenciana que regula el funcionamiento del Bachillerato por considerar que la "obligación" de los centros y profesores de vigilar y organizar actividades (no lectivas y carentes de cualquier currículo) en la hora alternativa a la Religión "no tiene cobertura legal". No obstante, su existencia permite a la Consejería de Educación que -a petición del arzobispado- se fiscalicen las actividades de los institutos públicos de Bachillerato. Una medida a la que se opone la asociación de inspectores Adide.
La segunda razón de peso del recurso formalizado por Fete-UGT es que la orden reduce las posibilidades de cursar la modalidad del Bachillerato Tecnológico de los alumnos valencianos. La orden limita la autorización de esta modalidad a que el centro tenga, al menos, 12 solicitudes de matrícula. Los profesores de Tecnología Industrial (materia básica en las ingenierías y arquitecturas) han denunciado el "apagón tecnológico" de la consejería, ya que sólo se imparte en el 18% de los 422 institutos valencianos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de febrero de 2010