Sergio S. T., de 25 años y con antecedentes policiales, entró ayer en la casa donde viven su abuela y su tío, en Aranjuez. Discutió con él e intentó agredirle. El hombre, agente del Cuerpo Nacional de Policía, tiró de pistola, le disparó en el pecho y avisó al 112.
La central del 112 recibió la llamada a las 19.13. El presunto agresor, E. S. C., de 54 años, contó que había disparado a un hombre en el número 73 de la calle del Camino de Noblejas. Los servicios de Emergencias llegaron hasta allí y atendieron al herido. La bala le afectó al pecho y le produjo rotura de hígado y bazo. El hombre fue ingresado en el hospital del Tajo, donde se le intervino quirúrgicamente. Un portavoz de policía señaló ayer que el tío de la víctima había denunciado a su sobrino por robos en la vivienda. El agente ha sido detenido.
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La víctima se llama Sergio S. T. La herida de bala que recibió le ha provocado serios daños en el hígado, en el pulmón izquierdo y en una costilla, según fuentes del hospital del Tajo donde es atendido. "Sergio se debate entre la vida y la muerte", comenta un familiar.
La víctima había trabajado en el matadero de Aranjuez durante un tiempo. También había estado empleado en una empresa de reparto de electrodomésticos. Pero ahora se encontraba en paro. Visitaba con frecuencia a su abuela, en cuyo domicilio se encontraba cuando su tío, un policía con 27 años de antigüedad en el cuerpo, le pegó un tiro. "Hace tiempo que le había amenazado. Sergio lo tenía muy cabreado", cuenta un familiar que precisa que el policía se la tenía jurada su sobrino. "Incluso le insultó delante de los padres". La víctima tenía antecedentes por varios delitos de robo.
"A ese muchacho lo voy a enderezar", cuenta un familiar que repetía el supuesto agresor. Al policía nacional le quedaban pocos meses para jubilarse y pasar a segunda actividad. Estaba destinado al cuerpo de escoltas del Tribunal Constitucional.
El agente vivía en casa de su madre porque estaba separado. La víctima estaba visitando a su abuela cuando se produjo una discusión. El agresor se fue a su dormitorio a por la pistola y le descerrajó un tiro, según algunos familiares. Algunas versiones aseguran que el policía había estado bebiendo durante la tarde.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de febrero de 2010