Cinco miembros del clan gitano Los Esquiroles, acusados de secuestrar a una joven que fue violada y torturada en Centelles, se cruzaron ayer acusaciones durante el juicio. Cuatro de los acusados afrontan penas de 15 años de prisión. Para el principal responsable, la petición fiscal se eleva a 30 años: Pascual E. J. violó supuestamente a la joven después de que ésta se negara a ser su pareja. Pascual aseguró que la víctima, Dolores O. G., "sabe muy bien quién ha sido" el culpable y que ha denunciado a todo el clan "por miedo, venganza y dinero".
Pascual aludía así a su hermano, Juan E. J., que según su versión había estado casado por el rito gitano con Dolores. Juan admitió que es el jefe de Los Esquiroles, pero le devolvió la pelota y dijo que la noche en que fue secuestrada vio como Pascual y un amigo pegaban a la chica. En la primera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia de Barcelona, la madre también lanzó evasivas: "No conozco a nadie, no quiero saber nada de hijos ni del Espíritu Santo", dijo.
Según el escrito de la fiscalía, la joven, de 19 años, fue obligada a iniciar una relación sentimental con Pascual y pasó a residir en una caseta "sin la más mínima condición higiénica". Durante tres semanas, los cinco procesados la mantuvieron retenida contra su voluntad. Dolores pasó la mayor parte del tiempo atada de pies y manos con una cadena de perro. Los acusados "la golpeaban continuamente y con cualquier pretexto", según la fiscalía, y la pinchaban con una navaja en las piernas. Una noche que intentó escapar, Pascual -que le obligaba a mantener relaciones- le propinó una paliza. Los Mossos d'Esquadra la liberaron en julio de 2008 gracias a una llamada anónima. Rozaba la inanición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de febrero de 2010