Miguel R. J. se entregó ayer tras haberse fugado de los calabozos de los juzgados de Sevilla el pasado martes. Un policía le detuvo en las inmediaciones de los juzgados donde había ido a entregarse después de su huida en taxi, tras esquivar la persecución de dos policías. El joven, de 19 años, iba a ingresar en prisión por un robo, cuando huyó tras simular un ataque de ansiedad y lograr que los policías le quitaran las esposas. Ahora será acusado de un delito de evasión, de atentado contra la autoridad y lesiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de febrero de 2010