Por más que lo intento no logro entenderlo. Once terroristas suicidas, en su mayor parte saudíes, se autoinmolan matando a miles de personas, pero se castiga a Afganistán e Irak, no a Arabia Saudí.
Decenas de constructores y políticos locales juegan con la especulación inmobiliaria hasta que la burbuja es demasiado grande y explota, pero los que se van al paro son sus empleados.
Unos cientos de ejecutivos bonificados dominan el establishment económico mundial y crean un obsceno sistema de autobeneficios y valores ficticios. Y cuando éste acaba quebrando, se les premia con fondos públicos, mientras que miles de personas se van al paro y no pueden obtener el crédito necesario para poder consumir. Que me lo expliquen, que no logro entenderlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de febrero de 2010