Si de algo abusan los políticos, sobre todo en periodo electoral, es de las inauguraciones y las primeras piedras. Con las obras del conocido como plan Zapatero en Valencia ha ocurrido lo contrario. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, apenas ha informado del desarrollo de las obras y tampoco las ha inaugurado.
"El PP sigue con su política de victimismo irresponsable y denuncia de agravios hacia el Gobierno de España", subrayó la portavoz socialista municipal, Carmen Alborch, que inauguró simbólicamente una escuela infantil en Algirós financiada con cargo al fondo estatal. "Con los dos fondos de inversión estatales se harán 200 nuevos equipamientos, financiados con 228 millones de euros por el Gobierno de España. Una cantidad que equivale a lo que el consistorio invierte en cuatro años", agregó Alborch.
Y mientras la oposición ponía en valor las obras del Plan E, la alcaldesa informaba de los proyectos propuestos por el consistorio que ha tumbado el Gobierno español con cargo al segundo Plan E. Son la instalación de una cubierta vegetal en la azotea del Mercado de Russafa, la mejora del jardín histórico de Blasco Ibáñez y otros dos proyectos de seguridad vial. Son seis millones de euros los que deberían ir a otros proyectos. "Es terriblemente patético el comportamiento del Gobierno", dijo.
Barberá puso en duda el criterio empleado por el Ejecutivo para desechar la cubierta y anunció que la recuperará. Incluso adelantó que ya existe un material que permite recubrir cubiertas con vegetación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de febrero de 2010