El ambiente se enrareció aún más en los mercados de valores en esta última sesión ante la inesperada decisión de China de elevar en medio punto, hasta el 16,5% de los depósitos bancarios, el requisito de reservas. Con esta medida, China limita más el crédito, aunque el propósito es el de controlar la inflación.
La Bolsa de Nueva York fue la primera en reaccionar ante esta noticia, que se interpretó como una limitación del crecimiento económico en un momento de equilibrios delicados. El índice Dow Jones de valores industriales llegó a perder en algunos momentos el nivel de los 10.000 puntos y forzó un giro negativo en los mercados europeos.
El mercado de valores español abrió esta sesión con un avance del 1,25% y 10.409,80 puntos en su índice Ibex 35, pero poco a poco los ánimos se fueron enfriando y la apertura de Nueva York le llevó a su valor mínimo del día, con 10.149,20 puntos y un recorte del 1,29%. Este nuevo alarde de volatilidad se corrigió en parte con un cierre más moderado, en el que el Ibex 35 cedió el 0,55% para quedar en 10.224,90 puntos.
Una buena parte de la volatilidad de esta sesión se debió a los bandazos que sufrieron los valores bancarios, con algunos avances en la apertura y muchos problemas después para mantener esos niveles. Con todo, el Ibex 35 cierra esta semana con un avance del 1,20% que pone fin a una racha de cuatro caídas semanales consecutivas. La pérdida acumulada en un mes y medio por este índice es del 14,36%.
Los indicadores económicos que se conocieron ayer no invitaban al optimismo, sobre todo el avance del PIB de la eurozona del cuarto trimestre de 2009. El PIB creció el 0,1% en ese trimestre, en el que la economía alemana mostró nuevos síntomas de debilidad. Tan sólo Francia ha conseguido mantener su economía al alza, con un avance trimestral del 0,6%. La producción industrial cayó el 1,7% en el último mes del año y, en términos anuales, pierde el 5%.
En Estados Unidos los datos eran algo más prometedores, aunque un nuevo descenso de la confianza de los consumidores, con datos de mediados de febrero, indica que el panorama no está despejado. Los inversores no terminan de ver la esperada reacción por ninguna parte y han comenzado a ser más prudentes con la renta variable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de febrero de 2010