El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, cifró ayer en 34 millones de euros el coste del convenio de los cerca de 65.000 trabajadores del Gobierno suscrito en noviembre pasado con ELA, CCOO y UGT. El acuerdo, al que se sumó por primera vez el sindicato nacionalista después de cerca de nueve años, prevé un incremento retributivo de un 0,8% para este año y de un 0,5% más el IPC para 2011, además de seis días de libre disposición, conocidos como moscosos.
Durante el pleno de control que celebró la Cámara, la portavoz de Aralar, Aintzane Ezenarro, consideró que las afirmaciones del consejero demuestran que el lehendakari, Patxi López, "faltó a la verdad" cuando el pasado 18 de diciembre aseguró que el acuerdo no tendrían ningún impacto económico. Ezenarro consideró que Aguirre ha tenido que corregir a López.
El consejero le replicó que el lehendakari se refirió a la repercusión del convenio de los funcionarios en el proyecto de presupuestos de 2010, y no a su impacto económico. Aguirre recordó que el proyecto de las cuentas se cerró antes de firmarse el acuerdo con los sindicatos, por lo que su influencia es nula en los presupuestos del presente ejercicio.
El consejero de Economía y Hacienda explicó que la repercusión económica del pacto con las centrales se eleva a 34 millones. A esta cifra se le deberían añadir otros 23 millones, correspondientes a los costes derivados del incremento de las antigüedades y el ascenso de categorías de los funcionarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de febrero de 2010