Miles de personas se acercaron ayer a la dársena interior del Puerto de Valencia para palpar en primera línea el ambiente que rodea la regata por la disputa de la Copa del América. La entrada era libre y no fue posible contabilizar el número de asistentes, pero la afluencia de público fue masiva a lo largo de todo el día. Los más curiosos pudieron seguir la regata a través de las pantallas gigantes dispuestas por la organización. Las dimensiones del campo de regatas donde competían dos monstruos tecnológicos de la navegación a vela hicieron imposible seguir la competición a simple vista. La ceremonia de entrega a última hora de la tarde tuvo un aire de despedida. Larry Ellison, patrón del BMW Oracle, dió las gracias a Valencia y se apresuró a anunciar que la copa vuelve a Estados Unidos.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de febrero de 2010