Berkshire Hathaway baja de los cielos. El brazo inversor del financiero Warren Buffett, se acaba de integrar en el índice de Standard & Poors. Sus acciones eran tan caras, que le mantuvo excluido del selectivo reservado a las compañías más grandes de Estados Unidos. La compra de la ferroviaria Burlington Northern Santa Fe le abrió la puerta, tras tener que partir sus acciones de clase B.
La división se produjo en enero, de la que salieron 50 títulos por cada uno de la antigua Berkshire. Eso, en dinero, se traduce en que esas acciones se pagan a unos 77 dólares (56 euros), frente a los más de 3.000 dólares (2.204 euros) antes de la partición. Buffett nunca fue partidario de este tipo de ajustes, pero dio el paso para contar con el apoyo de los pequeños propietarios de la ferroviaria.
Los accionistas de Burlington aprobaron el jueves ponerse en manos de Berkshire, lo que permitió que la fusión en el mix de inversiones que gestiona Buffett estuviera completada. Berkshire cotiza en el New York Stock Exchange.
Mañana martes empezará a cotizar oficialmente en el S&P 500, debido a que hoy los mercados estarán cerrados en EE UU por la festividad del Día de los Presidentes. Es unos de los cuatro selectivos de referencia de Wall Street, junto al Dow Jones, el Nasdaq y el Russel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de febrero de 2010