Aunque tímidamente, las ciudades y pueblos de España, van incorporando por fin una batería de flamantes contenedores específicos para depositar selectivamente los diferentes residuos urbanos y posibilitar así su ulterior reciclaje. Pese a que estos nuevos contenedores no son transparentes sino mayoritariamente multicolores, gran parte de la ciudadanía parece no verlos, pues siguen ignorando su presencia y alimentando únicamente a los aburridos contenedores de desecho. Esto provoca tanto a éstos como a nuestros numerosos vertederos un insano sobrepeso por indebida ingesta de materiales perfectamente reciclables.
Para el bien de nuestra economía y también la de nuestro planeta, es momento de ser selectivos con los residuos por nosotros generados, para que éstos puedan llegar a su correcto destinatario (contenedor para materia orgánica, para cristal, papel y cartón o plástico y metal) y permitirles su ulterior resurrección.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de febrero de 2010