El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, compartió con su máximo dirigente en Guipúzcoa, Joseba Egibar, la pertinencia de aprovechar que ayer se cumplían 20 años de la aprobación por el Parlamento del derecho de autodeterminación para "hacer una referencia" a la cuestión. Urkullu no secundó, sin embargo, los dos adjetivos utilizados por Egibar la víspera respecto a ese derecho: irrenunciable y, además, urgente, dijo que es.
Urkullu explicó que lo irrenunciable para el PNV "como objetivo máximo" "no es el derecho a decidir", sino el de "ser dueños de nuestro destino". "Poder decidir sobre todas las cosas que consideremos necesario para la sociedad vasca es la herramienta", dijo.
El presidente del PNV quiso despojar de hierro a la cuestión, que evoca de inmediato la deriva soberanista de su partido y del Gobierno en los últimos diez años, y le negó al derecho a decidir la condición de "tótem" político, al señalar que debe poder aplicarse "a las cosas de cada día".
Por otra parte, la secretaria de Comunicación de EA, Ikerne Badiola, apostó por seguir impulsando acciones "que profundicen en el autogobierno, y posibiliten que la ciudadanía vasca decida su futuro y ejerza el derecho de autodeterminación".
Badiola se reafirmó en el compromiso de EA de "aunar fuerzas para conformar un movimiento soberanista no violento" frente a "la realidad ficticia que gobierna en la actualidad". La secretaria de Comunicación recalcó que las únicas vías para lograrlo son las políticas y denunció que la situación actual no refleja la mayoría social de Euskadi.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de febrero de 2010