Ahora que está en discusión la reforma del mercado laboral, sería muy adecuado que se tuviera en cuenta la aplicación obligatoria a todos los trabajadores.
A todos, lo cual incluye también a los altos directivos de las empresas y medios de comunicación afines. Es decir, que se eliminaran sus abusivos blindajes y en caso de despido se les indemnizara con los famosos 20 días que nos quieren aplicar al resto de los trabajadores.
Veríamos entonces a muchos expertos en economía defensores de la reforma laboral cómo se les quitaba el aire de autosuficiencia y autoridad con el que nos martirizan todos los días en sus doctas pero hipócritas intervenciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de febrero de 2010