Día activo en la comisión de Cultura del Parlament. A primera hora, el director del Institut Ramon Llull, Josep Bargalló, explicaba el éxito de la participación catalana en la última Bienal de Venecia (45.633 visitantes entre junio y noviembre), que se repetirá en 2011 seguramente en el mismo espacio y con un proceso de selección por concurso igual al que se utilizó en la edición de 2009. A la salida, Bargalló saludaba al presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Conca), Francesc Guardans, que se estrenaba, algo nervioso, en estas lides. Los diputados le dedicaron, curiosamente, menos tiempo que a Bargalló, quien pudo explayarse no sólo respecto a la bienal, sino a otros proyectos, como las dos semanas de escena catalana que presentará en octubre en el teatro Price de Madrid.
El Llull repetirá pabellón catalán en la próxima Bienal de Venecia
Guardans, arropado por buena parte de sus consejeros, aprovechó el tiempo. Explicó, por ejemplo, que el Conca está ampliando sus competencias y seguirá haciéndolo, por lo que será el que coordine la red de centros de artes municipales, que, afirmó, encabezará el que se situará en el Canódromo de Barcelona. El decreto de esta red aún no está aprobado, pero s prevé que sea el consejo el que gestione las ayudas que reciba de la Generalitat y los convenios que ésta firme con las entidades locales. El Arts Santa Mònica queda fuera de esta red, que incluye, por ejemplo, el Bòlit de Girona y La Panera de Lleida.
También explicó que, a remolque del caso Centelles, está elaborando, por encargo de Cultura, el proyecto de creación de un fondo nacional de compra de obras de arte. Está en proceso, por lo que aún no está decidido quién controlará estas compras. Guardans reclamó -además de más presupuesto y algunos cambios en la ley para tener más autonomía, que el diputado del PSC Josep Maria Balcells ya le advirtió que su grupo no aprobaría- asumir también las competencias de creación literaria.
En estos momentos, dijo, trabajan en su primer informe anual de la cultura y en un plan estratégico que definirá las líneas de futuro. La diputada de ERC Marina Llansana les instó a que también pongan en marcha ya, como ordena su reglamento, la elaboración de su código deontológico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de febrero de 2010