Las nuevas tecnologías nos están obligando a mover músculos nunca antes pensados. Bíceps y abdominales, básicos en la Revolución Industrial, empiezan a pasar a mejor vida, porque en el siglo XXI lo que hay que mover son los dedos, las cejas o, como el caso de Docomo, los ojos. La operadora japonesa presenta auriculares que prescinden de las manos, pero también de las órdenes de voz. Incluso funcionan con los ojos cerrados. Basta mover el músculo recto lateral hacia la derecha para que la música avance, si se mueve el recto izquierdo va hacia atrás. Una caída de ojos gracias al músculo oblicuo inferior o su elevación con el oblicuo superior lograr disminuir o aumentar el volumen.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de febrero de 2010