Francisco Javier Fernández, edil socialista de Mantenimiento del Ayuntamiento de Rivas (gobernado por IU con apoyo del PSM), dimitió ayer de su cargo tras conocerse la semana pasada que su concejalía había adjudicado en noviembre de 2009 un contrato a una empresa participada por su esposa, sus cuñados y su suegro, Ceferino Riestra, anterior secretario general del PSOE en Rivas y ex primer teniente de alcalde.
El contrato, de 17.929 euros, justo al límite de los 18.000 que hubieran obligado a convocar un concurso público, correspondía al mantenimiento de puertas de dependencias municipales. El concejal afirmó ayer en un comunicado que continúa "convencido" de que no incurrió en ninguna ilegalidad. "Pero soy consciente de que dentro de mis responsabilidades políticas está también la de no perjudicar a la institución a la que he representado", aseguró.
Según la versión que Fernández dio el pasado jueves a este periódico, cuando en su día se sentó a firmar el contrato se encontró con que la adjudicataria era Toriba Asesores, donde figuraban como socios sus familiares. "Iba a darle el visto bueno, y de repente leí el nombre. Entonces me inhibí del proceso". Fernández insistió en que no quería desviar responsabilidades hacia el concejal que finalmente dio su aprobación al contrato con el visto bueno de un técnico del departamento de Mantenimiento. "No se dio cuenta: firmamos cientos de documentos así", dijo.
El mismo día en que se desveló la relación entre Fernández y Toriba, el Ayuntamiento rescindió el contrato y convocó un concurso. Además, anunció que se iniciaría una investigación para depurar responsabilidades. En un principio, Fernández negó que fuera a renunciar a su cargo, pero finalmente ha presentado su dimisión como vicesecretario de la agrupación socialista municipal y ayer cesó como edil.
"El concejal no hizo nada ilegal, pero cometió un error político, y lo asumió, algo que no es habitual en otros partidos", explicó Guillermo Magadán, primer teniente de alcalde de Rivas y líder de los socialistas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de febrero de 2010