¿Por qué a los trabajadores, con sueldos que con mucha suerte llegan a poco más de 1.000 euros mensuales, se nos quiere obligar, por el bien de la economía, a congelaciones e incluso bajadas en nuestras nóminas y a nuestros políticos no? Estoy bastante harta de oír constantemente comparaciones con Europa, pero sólo cuando se trata de subir el IVA, la edad de jubilación, la subida de carburantes, despidos, etcétera, pero nunca jamás he oído a ningún político o entidad financiera reclamar dicha igualdad cuando se trata de derechos salariales, protección a las madres, acceso a viviendas de alquiler para jóvenes, ayudas a la educación, etcétera.
Pero, bueno, de nuevo los políticos han vuelto a su actividad y volveremos a oír los mismos mensajes de austeridad para los trabajadores mileuristas, mientras ellos pobres servidores del ciudadano tienen que vivir con la miserable cifra de 5.000 euros mensuales de media.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de febrero de 2010