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CARTAS AL DIRECTOR

El valor añadido

Me dice un amigo economista que en un mundo globalizado la economía europea no puede competir con la de China o India, cuya mano de obra es muchísimo más barata, en salarios y en gastos sociales. Es la misma receta de la derecha para salir de la crisis, abaratar la mano de obra.

Algo de arcaico tiene nuestro sistema económico cuando la rentabilidad de un producto depende de la baratura del factor humano. ¿Hemos de volver a la prehistoria del capitalismo, a las interminables jornadas laborales de mujeres y niños, porque son menos conflictivos? ¿No habíamos quedado que la rentabilidad depende del valor añadido? ¿O acaso nuestros empresarios y economistas son tan ineptos que no saben rentabilizar la calidad de vida de los trabajadores? O tal vez nuestro problema es de miopía: lo seguimos fiando todo al corto plazo, sin importarnos lo que les suceda a nuestros hijos y nietos, seguimos inspirándonos en la máxima aquella: "después de mí, el diluvio". ¿Han de pagar los trabajadores la ineptitud y miopía de empresarios, economistas y políticos? ¿O acaso es que unos y otros quieren matar la gallina de los huevos de oro, afanar el botín y salir de naja.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de febrero de 2010