La Diputación de Guipúzcoa aseguró ayer que las obras de construcción del denominado segundo cinturón de San Sebastián, el nuevo trazado de la A-8 que bordeará por el sur la capital provincial, finalizarán este año, sin precisar en qué fecha y ni siquiera si será antes o después del verano. En todo caso, su apertura se producirá con varios meses de retraso con respecto a las previsiones iniciales del Departamento foral de Infraestructuras Viarias, que siempre aseguró que los trabajos estarían terminados para finales de 2009.
El diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, y el responsable foral en esta materia, Eneko Goia, visitaron ayer las obras del segundo cinturón, un trazado de casi 17 kilómetros de longitud entre Lasarte-Oria y Rentería que permitirá sacar unos 40.000 vehículos al día de la actual variante donostiarra, según calcula el departamento. Por esta vía, una de las más saturadas de Euskadi, circulan a diario más de 100.000 vehículos, motivo de frecuentes y grandes retenciones.
La nueva carretera absorberá 40.000 vehículos diarios de la variante donostiarra
Goia resaltó que las obras del segundo cinturón han entrado en su "recta final" tras una inversión superior a los 300 millones de euros. La nueva autopista enlazará con la N-I en Lasarte-Oria y con la autovía del Urumea en Astigarraga. Cuenta con seis túneles y 14 viaductos, uno de ellos de un kilómetro de longitud sobre la vega del río Urumea en Astigarraga.
La Diputación no ha decidido aún el sistema de cobro que implantará por la utilización de esta vía. Baraja tres posibilidades, según explicó el diputado, aunque lo más probable es que finalmente opte por no colocar ningún puesto de peaje en todo su recorrido.
El Departamento de Infraestructuras Viarias y Bidegi (la sociedad pública que explota las autopistas de esta provincia) se decantan por elevar el precio del peaje en los puestos de la A-8 situados en Zarautz e Irún, aunque se aplicarán descuentos para los usuarios guipuzcoanos que utilicen a menudo el segundo cinturón. De este modo, se pretende castigar económicamente el tráfico ocasional y, de paso, principalmente a los camiones.
La Diputación considera que la puesta en servicio del segundo cinturón permitirá reordenar el tráfico en la comarca donostiarra, de tal forma que la actual variante quedará para distribuir los vehículos de entrada y salida a la capital guipuzcoana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de febrero de 2010