El 22 de marzo de 2002, el ex presidente del Gobierno José María Aznar confesó que su propio discurso ante el Parlamento Europeo le parecía "un coñazo". El desprecio a la Cámara fue entendido como un chascarrillo.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de febrero de 2010