Las fuertes lluvias y vientos que castigaron ayer la isla turística de Madeira han causado muertos y 60 heridos. Al margen de los dramas humanos, como el que recoge la imagen, el diluvio arrancó árboles, rompió puentes y destruyó tramos de carretera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de febrero de 2010