La Diputación de Guipúzcoa aprobó ayer dos decretos forales por los que autoriza destinar durante este ejercicio partidas que suman 22,6 millones de euros para apoyar a las empresas de la provincia que atraviesan dificultades económicas que les impiden hacer frente a sus proyectos estratégicos. Uno de los decretos pretende garantizar la viabilidad de empresas tractoras cuya continuidad está en peligro, bien yendo en su "rescate" mediante ayudas financieras o facilitando su reestructuración. Para este fin se habilitarán casi 12,6 millones, según explicaron el diputado general, Markel Olano, y el titular de Hacienda, Pello González.
Las ayudas para salvar compañías en aprietos económicos podrán alcanzar el 30% de la actividad subvencionada, con un máximo de tres millones. El segundo decreto hace referencia a las subvenciones dirigidas a mejorar la competitividad empresarial en proyectos de futuro en materia de innovación.
Este paquete de ayudas forman parte del plan anticrisis que la Diputación guipuzcoana presentó a finales del año pasado y ya incluyó en el presupuesto de este año. El plan consta de cuatro pilares, de los que el primero está dedicado a impulsar la inversión en obra pública y contará con una consignación presupuestaria de 40 millones.
Un segundo bloque incluirá medidas por 14 millones para favorecer a colectivos con dificultades para su inserción laboral. El tercero, dirigido a las empresas, contará con una dotación de 36 millones, y el reservado para ayudas a la inversión en proyectos tecnológicos e innovación sumará 10 millones. El Gobierno foral espera aprobar el resto de partidas antes de la próxima Semana Santa.
La Diputación había anunciado una gran puesta en escena para presentar las entrañas del plan anticrisis, concebido por el Ejecutivo foral como uno de sus proyectos estrella. En verdad, los 70 minutos que duró la comparecencia de Olano y González, en presencia de hasta siete asesores de prensa, discurrieron en medio de una confusión permanente, con explicaciones inconexas y un baile de datos que hicieron casi incomprensible el mensaje. Por la tarde, hubo que reenviar a los medios toda la documentación en orden y realizar aclaraciones sobre el contenido del plan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de febrero de 2010