A punto estuvo de lograr huir de nuevo, esta vez de los Grupos Operativos Especiales (GOES) de la policía. El escurridizo delincuente Rafael Hidalgo, de 29 años y conocido como El Rafi, escapó ayer por la mañana de la intervención de los agentes. Se descolgó por el balcón hasta el piso del vecino y allí aguardó paciente a que acabara la intervención. "Reaccionó rápidamente cerrando la persiana para asegurarse la fuga", explicó la policía en un comunicado. Horas después una patrulla lo redujo.
Ayer acababa la sorprendente fuga iniciada por El Rafi el pasado 4 de febrero de la prisión Sevilla-1 junto a su compañero de celda Mohamed Larbi. Ambos se habían refugiado en casa de un familiar en Lleida. La Policía Judicial de Sevilla le seguía los pasos desde hace 10 días, pero hasta ayer no cercó el piso donde convivía con Larbi. Los agentes accedieron al domicilio de los dos reclusos, pero tras detener al huido marroquí, de 22 años, se percataron de que El Rafi no estaba. En la huida sustrajo de una vivienda un anorak y un gorro para disimular su aspecto. Una patrulla de la Policía Local de Lleida le localizó más tarde entre unos matorrales en la zona conocida como La Mitjana, cercana al río Segre. El delincuente no opuso resistencia antes de su detención. Poco después la policía detuvo a su prima dueña del piso donde se alojaron, por encubrimiento.
El operativo de búsqueda pone fin a una sorprendente fuga que derivó en la destitución del subdirector de seguridad de la cárcel sevillana y un expediente a los tres funcionarios del módulo 7, de donde escaparon los reclusos. La madrugada del pasado 4 de febrero la alarma de la prisión estaba apagada precisamente en el tramo de 150 metros por donde los internos saltaron el muro. Mientras Larbi cumplía condena por varios robos con violencia, Hidalgo está acusado de un homicidio en Bujalance (Córdoba) y múltiples robos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de febrero de 2010