Un iceberg de 2.550 kilómetros cuadrados, mayor que la provincia de Vizcaya, se desprendió de un glaciar de la Antártida entre el 12 y el 13 de febrero, al colisionar con un iceberg aún más grande. Su longitud es de 78 kilómetros, una anchura de entre 33 y 39 kilómetros y un espesor de 400 metros y supone un riesgo para la circulación oceánica.
Los científicos destacan que el fenómeno ayudará a estudiar el cambio climático.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de febrero de 2010