Tras el manido "somos lo que comemos", también podríamos considerar somos como matamos, tan en auge. Y fusionando los dos conceptos: somos lo que comemos mientras matamos. Es decir, el documental Cooking history, una inmersión en la alimentación de los ejércitos que han convertido el centro de Europa en el siglo XX en un continuo campo de batalla. El checo Peter Kerekes ha encontrado supervivientes de diversos frentes de la II Guerra Mundial -incluido un cocinero judío que envenenó a varios miembros de las SS en un campo de concentración-, la guerra de Chechenia y las luchas fratricidas en los Balcanes, y ellos son quienes guían al espectador en sus recetas y en un particular duelo que salpica de vez en cuando de humor el documental: ¿dónde se come el mejor pan del mundo? Los chefs militares se convierten en los conflictos bélicos más en magos que en creadores: hacen lo que pueden con muy pocos elementos y, por eso, sus recuerdos y sus anécdotas no esconden las hambrunas sufridas en esos países. Cooking history viene de ganar el año pasado prestigiosos certámenes y se puede ver este jueves a las 22.30 en los cine Verdi.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de febrero de 2010