Hace unos días un grupo de jóvenes abucheaba, gritaba e incomodaba a José María Aznar. Éste, mosqueado, decide dedicarles una peineta. Desde el PP el gesto no tiene importancia y la conducta del ex presidente es incluso aplaudida desde las filas populares.
Poco después un concursante de Eurovisión es abucheado en plena actuación. Éste, mosqueado, decide echarse la mano a la entrepierna y dedicar al público unos cuantos comentarios soeces.
Para la diputada del Partido Popular, Carmen Riolobos, lo segundo es "bochornoso", hay que "tomarlo en serio para que no seamos más el hazmerreír de toda Europa. Por el respeto que se merecen los espectadores, los ciudadanos...".
Sin duda, el gesto de Aznar, todo un ex presidente, no es bochornoso, es para tomárselo a broma y es muy, muy respetuoso. Dos escenas, dos gestos, dos varas de medir.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de marzo de 2010