Sólo dos de los cinco tripulantes de un pesquero portugués que faenaba en la desembocadura del río Miño pudieron alcanzar la costa. El cadáver de otro fue localizado flotando en la orilla de la playa de Moledo, en Caminha. El naufragio se produjo a las 6.36 horas de ayer por un golpe de mar que hundió la embarcación. Las propias olas empujaron río arriba a los dos supervivientes, que fueron rescatados con síntomas de hipotermia. Las operaciones de búsqueda de los dos desaparecidos, en las que participaron servicios portugueses y gallegos (en la foto), concluyeron ayer sin resultados. Durante las mismas naufragó otra embarcación, sin víctimas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de marzo de 2010