El pleno de las Cortes Valencianas rechazó ayer una iniciativa parlamentaria socialista para que el Consell impulse un programa de vivienda de un año de vigencia para activar el sector inmobiliario y destine 1.000 millones de euros para conceder préstamos reintegrables a los ciudadanos que deseen adquirir una vivienda, lo que rebajaría la cuota mensual de la hipoteca.
La propuesta, presentada por el PSPV y que ha contado con el voto en contra del PP y de EU y la abstención de Compromís, planteaba también que las viviendas que se acogiesen a este programa tuviesen una importante rebaja de su precio de mercado y pudiesen ser adquiridas sin entrada mediante un acuerdo con entidades financieras y promotores.
El PSPV alegó que con esta iniciativa pretendía que el Consell asumiese sus competencias en materia de vivienda y adoptase una medida extraordinaria. Los populares justificaron su negativa a poner en marcha un plan de estas características porque no pueden ser "cómplices" de un Gobierno central que, en su opinión, sube la carga fiscal a las familias. Compromís se abstuvo por considerar la iniciativa sólo un conjunto de "buenas intenciones" y EU se opuso a la "privatización del dinero público".
Por otra parte, las Cortes rechazaron una moción socialista, con los votos del PP y EU, para incrementar la inversión y poder cumplir el protocolo de carreteras acordado por la Generalitat con el Gobierno. Compromís se abstuvo. El PP afirmó que 32 de las 33 actuaciones previstas están "en servicio, ejecución o licitación" y criticó al PSPV por intentar confundir a la opinión pública. El socialista Francesc Signes señaló que lo que define la política de infraestructuras del Consell es el "incumplimiento".
En el mismo pleno, PP y PSPV votaron en contra de una iniciativa de Compromís en la que se mostraba el rechazo a la idea del Gobierno de retrasar la jubilación hasta los 67 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de marzo de 2010