Las nubes respetaron ayer a la capital de La Plana y permitieron que las gaiates desfilaran antes del encendido oficial, ya vencida la tarde. Al desfile, que en un principio estaba previsto para el domingo al volver de la romería a la ermita, se le hizo hueco antes de la encesa, como ya ocurrió hace dos años. La culpable, en ambos casos, fue la lluvia. A la romería del domingo faltó, por cierto, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, quien volvía el mismo día de su viaje a Brasil. Era la primera vez que no acudía. Sí estuvieron el vicepresidente del Consell Vicente Rambla, el secretario general del PSPV, Jorge Alarte y el delegado del Gobierno en la Comunidad, Ricardo Peralta. Con este acto y con el posterior desfile de gaiates se conmemora el nacimiento de Castellón, en 1251, cuando el Rey Jaume I permitió a los pobladores del altozano de la Magdalena ocupar unas tierras más cercanas al mar. Se cuenta que bajaron ayudados de cañas a las que ataron farolillos para no perderse, de ahí la romería y las luces de las gaiates.
Alrededor de un millón de vatios corretearon anoche por las colmenas de bombillas que hicieron de la avenida del Rey Don Jaime de Castellón un entorno rutilante en exceso. Las comisiones llevaron allí las gaiates, igual que el año pasado, pues las obras del Tram imposibilitan acudir al emplazamiento tradicional, el parque Ribalta. El presidente de la Gestora de Gaiates, Andrés Bort, comentó, sonrisa en boca, que éste "es uno de los actos más emotivos de las fiestas". Para hoy queda el veredicto del jurado sobre cuál es la mejor gaiata de la ciudad. Los dos últimos años, el galardón ha ido a la solapa de la número 18, Cremor, que además se ha llevado el premio a la mejor iluminación. Fallado el concurso, el epicentro de la fiesta cambiará el fuego enjaulado de las bombillas por las calles del centro, donde se lanzará el correfoc de la nit màgica.
La agencia estatal de meteorología pronostica temperaturas bajas para toda la semana de las fiestas fundacionales de Castellón y un cielo medio nublado. Eso sí, parece que la lluvia aguantará en las nubes al menos hasta el viernes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de marzo de 2010