Dicen que Cristiano Ronaldo es un ególatra. Sin embargo, ayer, en su conferencia de prensa en Valdebebas, demostró que es tan leal a su jefe como a los suyos. Primero se acordó de su mejor amigo en el Madrid. De Kaká. Alguien le preguntó si sabe qué le pasa al brasileño, que no acaba de encajar, que parece ausente, que fue pitado por el Bernabéu frente al Sevilla... Cristiano se lo tomó como algo personal. Tensó los músculos del cuello y, parafraseando a su entrenador, Manuel Pellegrini, dijo: "Kaká es titularísimo".
Desde que llegó al Madrid, Cristiano ha hecho camarilla con Kaká. Se pasan el día juntos. Dentro y fuera del campo. Entre ambos costaron 170 millones de euros y son los predilectos del presidente, Florentino Pérez. Les unen lazos de complicidad. Tal vez por eso Cristiano mantuvo un tono funcionarial hasta que le preguntaron por Kaká. "Te voy a confesar una cosa", dijo a su interlocutor; "el más tranquilo del equipo es Kaká".
"Kaká está todo el día sonriendo", prosiguió Cristiano; "es un gran profesional. Ha hecho muchos buenos partidos queriendo hacerlo bien. Para nosotros, es fundamental. Es titularísimo. Es uno de los mejores del mundo. Estoy convencido de que va a salir adelante porque no se le ha olvidado jugar".
"Titularísimo" es la expresión que empleó Pellegrini para calificar la situación de Raúl hace cuatro meses. Es decir, muy respetado, de una gran reputación, pero poco útil para competir en relación a sus compañeros. Que Cristiano echara mano de este calificativo dice mucho del mal rato que está pasando Kaká.
Después de defender a su amigo, Cristiano se acordó del jefe. Ayer fue el cumpleaños de Pérez y una de las primeras llamadas que recibió fue la del futbolista más caro de la historia. Cobra una ficha anual de 10 millones netos. Pero, cuando le preguntaron por su obsequio, sonrió: "A Florentino le regalaré mi amistad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de marzo de 2010