El gigante de la defensa estadounidense Northrop Grumman decidió ayer por sorpresa apartarse del concurso del Pentágono para modernizar la flota de aviones cisterna de la Air Force, valorado en 40.000 millones de dólares (29.400 millones de euros). Airbus se queda así sin su socia en la puja.
Northrop considera que los nuevos requisitos del Departamento de Defensa de EE UU favorecen "claramente" a su rival Boeing, al decantarse por un avión "más pequeño".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de marzo de 2010