Caixa Catalunya vio caer su resultado neto un 59% en 2009. Las principales causas, según señalaron ayer sus directivos, fueron las altas provisiones para tener "un colchón" ante posibles impagos y porque hay que tener en cuenta que en 2008 vendieron su participación en Abertis, lo que generó plusvalías de 512 millones. Atendiendo sólo al beneficio recurrente (sin ganancias o provisiones extraordinarias) el resultado fue de 261 millones de euros, un 3% mejor en un año antes.
"Lo esencial es que hemos contenido la morosidad en el 5,3%, igual que un año antes", insistió ayer Adolf Todó, director general, que reconoció que si no se hubieran adjudicado activos inmobiliarios llegaría al 6,5%. La cartera de inmuebles alcanzó los 1.380 millones. Lograron vender 1.150 pisos, aunque, un 12% por debajo del valor contable.
Narcís Serra, presidente, recordó que la fusión con Caixa Tarragona y Caixa Manresa está muy "encarrilada", pero avisó de que "los dos primeros años la rentabilidad de la nueva caja será muy baja" por los costes de reestructuración. No descartan vender su participación en Repsol "si el precio de las acciones sube".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de marzo de 2010