Una de las razones que expuso el Gobierno para retrasar la edad de jubilación hasta los 67 años fue la del envejecimiento de la población.
Pues bien, el presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, propone un contrato específico para jóvenes sin indemnización por despido ni derecho a desempleo. Claro, que luego, ante la polvareda que se ha levantado, ha dado marcha atrás.
Sea como sea, es una clara señal de los tiempos que corren, por tanto, mal lo van a tener las generaciones jóvenes cuando lleguen a la edad de jubilación, pues si ahora ya corre la voz de alarma, no me imagino qué será dentro de 30 o 40 años, cuando la población esté aún más envejecida, pues, hoy en día, ¿cómo tener hijos, cómo criarlos con precariedad en el empleo y contratos basura?
Quizá la salvación venga de los emigrantes, si siguen manteniendo altas tasas de natalidad. Pero tendrán que sacar a su prole adelante con sacrificios parecidos a los de nuestras generaciones de posguerra.- Enrique Angulo Moya. Burgos.
Tengo 40 años y estoy en el paro. El Gobierno quiere, entre las medidas que pretende aprobar para combatir el desempleo, bonificar a las empresas para la contratación de trabajadores jóvenes.
Si finalmente se aprueba, las posibilidades de que encuentre trabajo van a ser prácticamente nulas. Al mismo tiempo aumentará el paro entre los trabajadores de mi edad, que serán sustituidos por empleados jóvenes con contratos bonificados y escasa retribución salarial.
Esta bonificación distorsiona el mercado laboral, crea un modelo de trabajador eternamente juvenil, que en el momento en que madura es reemplazado por otro joven para seguir cobrando bonificaciones.
Así es imposible jubilarse a los 67 años como pretende el Gobierno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de marzo de 2010