Rocco Carlomagno, un periodista sedicente, improbablemente especializado en tráfico de residuos nucleares y conocido desde hace tiempo como un reventador profesional de actos, entró ayer sin oposición en la conferencia de prensa que Silvio Berlusconi daba en la sede del Pueblo de la Libertad (PDL), y protagonizó un largo y tenso enfrentamiento con el primer ministro.
Carlomagno lanzó preguntas continuas en torno a los escándalos de la Protección Civil y acusó reiteradamente al viceministro Guido Bertolaso de cobrar comisiones. Berlusconi pidió a la seguridad que acompañara al intruso a la puerta, pero Carlomagno siguió sentado entre los periodistas reales. Luego, el líder del PDL atacó al sedicente: "Es usted un villano, una vergüenza, cada mañana se mira en el espejo y se arruina el día".
Las diatribas no lograron callar a Carlomagno, hasta que se agotó la paciencia del ministro de Defensa, Ignazio La Russa, quien se acercó al presunto periodista y le espetó: "Estate callado, aquí eres sólo un invitado". El hombre no se calló, y La Russa, recordando quizá sus tiempos de agitador en el Movimiento Social Italiano, agarró al hombre por el abrigo y le zarandeó. Carlomagno gritó al ministro: "Sólo he hecho dos preguntas. Quítame las manos de encima, matón fascista, o te demando por agresión".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de marzo de 2010