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La aventura del Hispania

Colin Kolles da confianza. Al menos eso es lo que asegura José Ramón Carabante, propietario del equipo Hispania F1, que hoy tiene previsto colocar al menos un coche en un circuito por primera vez en su corta vida. "Estar aquí ya es un éxito", concede el constructor andaluz. "Hace un mes y medio nadie daba un duro por nosotros". Ayer los ingenieros consiguieron arrancar el motor Cosworth del monoplaza de su primer piloto, Bruno Senna, pero aún no habían logrado acabar la configuración del delandhok.

"La expectativa es que hoy entremos en pista y que podamos realizar la calificación el sábado. Si acabamos la carrera sería un éxito". A pesar de haber tenido que asumir la práctica totalidad de la inversión -superior a los 15 millones de euros-, Carabante no pierde la ilusión. "Las cuatro primeras carreras serán nuestros tests. Donde realmente empezará nuestro Mundial será en España", agrega.

La llegada de Kolles, un ingeniero con experiencia en la F-1, dio un empujón al equipo español. Sin embargo, cuando el coche salido de los talleres de Dallara se puso en marcha, surgieron problemas hidráulicos y de todo tipo. "Montaron el sistema hidráulico al revés", dejó entrever Senna. Ayer, los ingenieros realizaron una prueba con el coche en suspensión con un resultado esperanzador: no se paró.

"El bache inicial del equipo lo salvamos al salir a la parrilla", dice Carabante. "Espero seguir, pero esto es un negocio. Meta 1 no logró ni un patrocinador y me vendió sus acciones. No he tenido contacto con ningún grupo inversor alemán. Ahora empieza a llegar dinero de Brasil, de India y de Murcia, que aportará tres millones anuales los próximos tres años. Pero para seguir debemos equilibrar el presupuesto".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de marzo de 2010