El presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, criticó ayer que socialistas y populares hayan celebrado su pacto que desalojó al nacionalismo de Ajuria Enea, un acuerdo que sólo ha supuesto para Euskadi "frentismo, revancha, ajuste de cuentas y un Gobierno paralizado".
Ortuzar hizo estas declaraciones un día después de que los populares celebrasen en San Sebastián el primer aniversario del pacto con la presencia de su presidente nacional, Mariano Rajoy, y el jefe del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, también lo elogiase en Sevilla.
Adiós a Blázquez
"No sé para España, pero para Euskadi no hay nada que celebrar con este pacto", dijo Ortuzar tras el homenaje celebrado en el barrio bilbaíno de Txurdinaga al fundador del nacionalismo gallego, Alfonso Castelao.
El dirigente peneuvista volvió a cuestionar la legitimidad del Ejecutivo socialista al reclamar al
lehendakari, Patxi López, que, ante su "incapacidad", deje la gestión al PNV, "que representa a la auténtica mayoría social".
Ortuzar sostuvo que el anterior Ejecutivo de Ibarretxe dejó más de 2.000 millones de euros de tesorería y una deuda de 300 millones, mientras que "la situación a día de hoy es: cero euros de tesorería y casi 3.000 millones de deuda pública".
Si el presidente del PNV de Vizcaya sólo tuvo críticas para el Gobierno vasco, se volvó en elogiar al hasta ahora obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez. Tras asumir que el futuro arzobispo de Valladolid fue muy criticado por el PNV a su llegada a Bilbao, "es justo reconocer que ha sabido adecuarse a la Iglesia vizcaína y su mandato ha sido bueno". Después le deseó "el mejor de los éxitos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de marzo de 2010