La Guardia Civil de Valencia anunció ayer que ya ha decomisado 1.190 kilogramos de material pirotécnico en el inicio de la campaña de Fallas 2010. La mayor parte del material incautado, 690 kilogramos, se ha interceptado en operaciones organizadas por el cuerpo en los últimos días en la provincia de Valencia y en Andalucía. Las infracciones cometidas van desde cambiar la calificación de productos para profesionales y así poder venderlos al público en general o transportarlos sin autorización hasta almacenarlos en grandes cantidades en lugares no procedentes. El Reglamento de Explosivos dispone que un particular puede almacenar hasta 15 kilogramos de este material y que para su transporte requiere de una autorización. La normativa prohíbe además que los casals falleros compren y almacenen explosivos.
Al margen del material incautado, la policía denunció a 31 personas durante el primer castillo de Fallas por arrojar petardos entre el público "de forma indiscriminada".
Por otro lado, las asociaciones de consumidores desvelaron ayer "pequeñas" irregularidades en los puestos de buñuelos de la ciudad. La Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, que visitó quince casetas, advierte de que algunas no disponen de cartel de precios, que la licencia a veces no está a la vista o que varios tenderos no llevaban la cabeza cubierta. La Asociación Valenciana de Consumidores, Avacu, que visitó 40 puntos de venta callejeros, descubrió que en muchos sólo algunos de los productos estaban debidamente resguardados. En cuanto a los costes, Avacu anunció que el precio de media docena de buñuelos aumenta según el puesto esté más o menos céntrico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de marzo de 2010