Alrededor de medio millar de residentes extranjeros en viviendas con problemas de legalidad se manifestaron ayer en Málaga para mostrar su rechazo a las demoliciones y solicitar que se legalice todo lo que ya está construido. La eurodiputada británica del grupo de Europa de la Libertad y la Democracia, Marta Andreasen, que acudió a la convocatoria de Save our home Axarquía (Salvad nuestros hogares en la Axarquía), conminó al Gobierno a solucionar el problema y advirtió de que si no lo hace "se podían bloquear parte de los fondos europeos" destinados a las regiones donde existen estos problemas. "Muchas familias tienen amenazas de demolición de sus casas con la excusa de que están construidas en terreno ilegal".
Por su parte, el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, insistió en que no habrá ninguna ley de punto final y pidió a los residentes extranjeros "paciencia" y que "no ejerzan presión" porque en La Axarquía se está abordando un proceso de revisión y reordenación urbanística que tratará caso a caso las soluciones a las ilegalidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de marzo de 2010