El desierto de Gobi, en Mongolia, no fue siempre la impresionante zona árida que es ahora. Antes vivían allí los poderosos dinosaurios y las condiciones reinantes durante millones de años conservaron sus restos para la posteridad. Una parte representativa de los numerosos tesoros paleontológicos de Gobi, que incluyen algunos de los dinosaurios más populares, ha llegado a Alcobendas en una exposición organizada por la Fundación La Caixa en CosmoCaixa Madrid.
La muestra expone, en un montaje que juega con la luz y las sombras, 43 conjuntos fósiles originales de dinosaurios del cretácico superior, extraordinariamente bien conservados, descubiertos en las sucesivas expediciones en Mongolia a partir de los primeros hallazgos del explorador estadounidense Roy Chapman Andrews en los años veinte del siglo pasado. Entre ellas cabe destacar dos esqueletos completos de tarbosaurus bataar, uno de los mayores dinosaurios del mundo, de tres metros de altura; pequeños esqueletos de crías de hadrosaurus y prtoceratops; el único embrión de oviraptor que se conserva en el mundo y el cráneo de un velociraptor.
Chapman Andrews, considerado como el explorador que inspiró el personaje cinematográfico de Indiana Jones, decía: "Siempre hay una aventura justo al lado de la esquina... y el mundo está lleno de esquinas". Y justo en el límite entre Mongolia y China, su expedición fue la primera del mundo en descubrir en 1923 huevos de dinosaurios y el esqueleto de un velociraptor. Desde entonces ha habido muchas más expediciones, sin que se puedan considerar agotados los yacimientos.
La muestra, realizada en colaboración con la Academia de las Ciencias de Mongolia y la Fundación Metropolitan para el Arte y la Cultura de Milán, podrá visitarse hasta enero de 2011.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de marzo de 2010