El último paseo de Franco por Ferrol fue largo, rocambolesco y salpicado de obstáculos. 43 años después de su fundición, la estatua ecuestre fue retirada de la vía pública por mandato de Defensa para cumplir con la Ley de Memoria Histórica. Hicieron falta más de tres horas y una docena de operarios para trasladar la mole de bronce desde el arsenal ferrolano hasta el almacén militar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de marzo de 2010