Alfredo de Miguel también abandonó ayer su cargo de vicepresidente segundo no ejecutivo en Caja Vital, consciente de que tenía los días contados tras conocer el comunicado que la Comisión Ejecutiva de la entidad financiera emitió tras su reunión matinal. Y es que, según el escrito, si en un plazo razonable de tiempo De Miguel no presentaba la renuncia a su puesto de representación, desde los órganos directores se procedería a su destitución inmediata. La caja tenía claro que era imprescindible adoptar las medidas necesarias "para salvaguardar el prestigio". En esa dirección, la Comisión Ejecutiva había encomendado al secretario general de Vital que realizara las oportunas gestiones para conocer los cargos que se le imputan a De Miguel y obrar, por tanto, en consecuencia.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de marzo de 2010