Los candidatos al Tribunal Superior vasco tuvieron ayer el honor de estrenar las entrevistas públicas promovidas por el Poder Judicial para las elecciones de cargos públicos. El relevo lo tomó la terna de pretendientes a la presidencia de la Audiencia de Guipúzcoa, un proceso que se ha complicado a última hora tras la presentación de Juan Pablo González como aspirante de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM). Su candidatura, presentada a última hora, se interpreta en círculos judiciales como un intento de influir en el nombramiento del presidente del Tribunal Superior.
González es actualmente magistrado de la Audiencia de Vizcaya. Fue juez decano de Bilbao y ejerció durante siete años como vocal del Poder Judicial para Euskadi. Fue entonces cuando mantuvo serios enfrentamientos con el Ejecutivo de Ibarretxe. Su presencia resulta inasumible para el sector nacionalista del CGPJ, que se podría ver forzado a ceder en la batalla por el Superior para evitar, a cambio, su nombramiento al frente del tribunal guipuzcoano.
Durante su comparecencia de ayer en Madrid, y pese a su contrastada trayectoria, planteó su posible acceso al frente del órgano guipuzcoano como "un reto profesional". Fue antes de enzarzarse con el vocal José Manuel Gómez Benítez por su supuesto desapego hacia el uso del euskera en la judicatura. "No ha sido obstáculo nunca para mi labor", se defendió.
Justicia mediadora
González compite por relevar a María Victoria Cinto con Luis Blánquez, quien ha sido objeto de al menos dos expedientes por su labor jurisdiccional, y el aspirante de Jueces para la Democracia, Iñaki Subijana. El magistrado progresista, pese a su juventud, se mostró firme a la hora de defender el acercamiento de la Audiencia guipuzcoana hacia otras instituciones y en su apuesta por la apertura a la sociedad civil. Abogó por una Justicia mediadora, restaurativa y moderna, para cuya consecución abogó por los medios telemáticos.
Su novedad radicó en la previsión de espacios de acogida para jueces que se incorporen por primera vez al País Vasco. La parte final de su intervención, a pregunta expresa de los vocales, la dedicó a repasar la trayectoria de la actual Audiencia guipuzcoana, en la que ejerce.
Blánquez, expedientado en su época por filtrar información a la prensa y presionar a sus compañeros de tribunal, agotó su media hora de intervención, pero se topó con el vacío de unos consejeros que prácticamente le descartaron como aspirante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de marzo de 2010