Tras una ardua comisión parlamentaria en la que la oposición en pleno ha exigido su cabeza, el consejero de Interior, Joan Saura, afrontó ayer un envite igualmente duro: homenajear bajo la mirada de los bomberos a los cinco miembros del Graf de Lleida muertos en el incendio de Horta de Sant Joan. Saura pasó otro examen: el encuentro en público con las familias de las víctimas. Con tres de ellas, porque dos prefirieron no acudir a la ceremonia de entrega de las medallas de oro a los fallecidos y al superviviente, Josep Pallàs. El acto se celebró ayer en el Auditorio de Girona (en la fotografía). "Las lágrimas darán paso al orgullo", dijo Saura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de marzo de 2010