Es un texto estremecedor escrito por una de las autoras más necesarias del siglo XX. La douleur (El dolor), de Marguerite Duras, nace de su diario de la II Guerra Mundial, cuando como escritora, como resistente y como mujer era la esposa de un deportado a un campo alemán.
Patrice Chéreau y Thierry Thieû Niang han llevado a escena este documento único de la literatura de posguerra, convirtiéndolo en una joya de la escena contemporánea. Nadie mejor para interpretarlo que Dominique Blanc, una actriz que mantiene una excepcional química con el director francés. Tanto Blanc como Chéreau son internacionalmente conocidos por sus trabajos cinematográficos. Ella, omnipresente en las pantallas francesas; él, director de La Reine Margot, firma obras orgánicas, imbuidas de un caos perfectamente orquestado. Ambos hacen resonar en los silencios, en los suspiros, la intensidad de la escritura de Duras.
La douleur llega al teatro de La Abadía (del 24 al 28 de marzo; funciones en francés con sobretítulos) para mostrar la guerra interna de Duras-Blanc mientras a su alrededor todos festejan la Liberación. Pero él regresará...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de marzo de 2010