El primer intento de arrancar la maquinaria del diálogo social partió del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras la toma de posesión, en abril de 2009. Su Gobierno presentó un "plan de choque" con 100 medidas que intentaba seducir a los agentes sociales, con quienes se había reunido poco después de ganar las elecciones. Pero éstos no quisieron estrechar manos ante los focos argumentando que el documento tenía demasiado de publicitario y poco respaldo en las cuentas. Era junio de 2009, con los Presupuestos del bipartito en vigor. "El Gobierno se sintió dolido y nos pasó factura", reflexiona Maica Bouza, de CC OO. "No apoyamos su plan porque el presupuesto de 2009 venía de atrás y ya estaba asignado. Creo que eso hizo que empezásemos con retraso. A la Administración le costó empezar, les faltaba gimnasia", insiste. La foto que hace ahora CC OO de la negociación es, sin embargo, positiva. "Creemos que se está trabajando bien".
Lo mismo le ocurre a UGT, que recuerda que en otras comunidades "se están produciendo acuerdos fruto de la negociación". En Cataluña se ha concretado una renta mínima de reinserción, en Extremadura han firmado el Pacto por el empleo, y en Andalucía un gran pacto social y político para afrontar el 2010. Pero quedan muchos temas por tocar, como los instrumentos de apoyo a las empresas, el Plan del Litoral o el de movilidad.
La Confederación Intersindical Galega (CIG) fue y sigue siendo la gran ausente. Por ahora, el Ejecutivo del PP sólo ha recibido el respaldo de los tres sindicatos en su plan para la fusión de las cajas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de marzo de 2010