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CARTAS AL DIRECTOR

Toros e intolerancia

En la polémica desatada en torno a la prohibición de los toros, subyace un rechazo al símbolo y a lo que representa. Personalmente, soy partidario de abolir todo acto en el que se ocasione un daño a los animales. Si este colectivo fuera coherente con el amor que procesa a los toros, deberían de haber empezado, en primer lugar, por prohibir la caza de todo animal en dicha comunidad. En segundo lugar, impedir aquellos festejos donde son utilizados animales y que se les ocasiona un sufrimiento por el mero de ser una celebración ancestral. Y por último, boicotear todo producto que esté elaborado con piel de animal. Hay colectivos que empiezan a prohibir los toros, para más tarde seguir prohibiendo el flamenco, el jamón, la paella, etcétera. Y no porque demuestren ser más humanos, al contrario, demuestran ser más intolerantes.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de marzo de 2010