El periplo político de los peajes en Guipúzcoa llegó ayer a su estación término. Las Juntas Generales dieron el visto bueno a la aplicación de un peaje en las vías de alta capacidad de este territorio, principalmente en el puerto de Etxegarate (N-I), como concluyó la ponencia sobre el nuevo sistema de gestión de carreteras creada en la Cámara Provincial. De este modo, ya es definitivo que los camiones deberán pagar una tarifa cuando transiten por la N-I en Etxegarate, donde también se cobrará a los turismos cuando se acometa la perforación de este puerto de montaña.
La propuesta salió adelante con los votos de los partidos que sostienen el gobierno foral (PNV y Hamaikabat) y el PSE-EE, mientras que el PP y los tres del grupo mixto (Alternatiba, Aralar y EB) se opusieron a los nuevos peajes. Ahora le corresponde a la Diputación guipuzcoana concretar en un proyecto de norma foral dónde se instalarán los puestos de peaje, las tarifas que se impondrán y los posibles descuentos a los conductores guipuzcoanos. El proyecto de norma foral necesita su ratificación por el pleno de las Juntas. La idea del equipo de gobierno es que entre en vigor antes del próximo verano.
De salida, los peajes serán obligatorios para el tráfico pesado, tanto en la N-I como en la autovía Beasain-Bergara cuando esté finalizada. El cobro se extenderá a los vehículos ligeros sólo en las vías de nueva construcción (Beasain-Bergara) y en las antiguas donde "esté previsto realizar intervenciones de gran entidad" (los túneles de Etxegarate).
El PSE lo apoya por "responsabilidad, mientras el PNV ve que así el tráfico "no se vaya de rositas" y el PP expresó sus dudas sobre la legalidad de los descuentos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de marzo de 2010