Los bares, pubs y discotecas deberán llevar un control estricto de las personas que entran en el local; si es preciso, mediante cámaras y sensores de infrarrojos. Esa es la propuesta que ha elaborado el Departamento de Interior y que ha cosechado el no rotundo de los empresarios del sector del ocio nocturno. El principal argumento de la Confederación de Ocio Nocturno de Cataluña (Concat) es que, una vez más, el sector sufre un agravio comparativo. Su portavoz, Fernando Martínez, se pregunta "por qué no se exigen las mismas obligaciones a centros comerciales, medios de transporte o estadios de fútbol".
El reglamento de la Ley de Espectáculos, que ya está cerrado y fue presentado ayer al Consejo Asesor de Espectáculos, prevé que, a partir de un aforo de 150 personas, los locales dispongan de cámara y da tres años a sus propietarios para instalar los dispositivos, que "en ningún caso supondrán una barrera de paso que dificulte la evacuación de los locales". La Concat está preocupada por que esos dispositivos puedan atentar contra la intimidad de los clientes, aunque se están buscando fórmulas para impedirlo. El sector insiste en que la medida "estigmatiza" al sector y señala: "no es la medida más adecuada en un momento de crisis económica, en la que cuesta llenar los locales".
El sector plantea la batalla también en otros aspectos del reglamento, como la supuesta simplificación de trámites para abrir un local.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de marzo de 2010