Santurtzi no tendrá otra central de ciclo combinado que sustituya a la térmica. Ese es, al menos, el compromiso lanzado ayer por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien lo justificó por el "excedente de capacidad instalada de ciclos combinados" en toda España.
"No vemos previsible en el corto ni en el medio plazo que sea necesario construir ni en Santurtzi ni en ningún otro sitio", dijo en la rueda de prensa en Bilbao previa a la junta de Accionistas de mañana de la compañía. Iberdrola solicitó en enero el permiso al Ministerio de Medio Ambiente para construir una nueva planta energética en los terrenos de la actual térmica, sólo mes y medio después de que se anunciara el desmantelamiento de aquella, tras 40 años de funcionamiento.
La compañía ha elaborado el proyecto y el estudio de impacto ambiental, en el que se contemplaba una instalación de más de 1.100 megawatios, con lo que iba a ser la más potente de Euskadi, La inversión prevista era de 400 millones.
Pero, pese a estos trámites avanzados, Sánchez Galán insistió en que a "medio plazo" no se contempla construir la planta, salvo que la demanda experimente "un cambio radical, que no creo que se vaya a producir".
La petición del permiso en enero soliviantó al Ayuntamiento de Santurtzi, cuyo pleno municipal aprobó el mes pasado una moción contra la nueva central en el solar de la térmica o en otros terrenos cercanos. Además, instaba a las administraciones vasca y central a que no concedan las autorizaciones. Hace dos semanas, diez asociaciones de Santurtzi iniciaron una recogida de firmas contra la planta energética.
Ahora, además de la térmica en proceso de desmantelamiento, Iberdrola cuenta con una central de ciclo combinado en Santurtzi, en funcionamiento desde 2005 y con una capacidad de generación de 400 megawatios. Supuso una inversión de 180 millones y la refrigeración de la instalación se realiza mediante el agua del mar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de marzo de 2010